Sin embargo
hay mucha gente hartos de estos suelen agarrarlos pero no es fácil, tienen que
ser varias personas, para tal caso tienen que tener una soguilla trenzada de lana
de llama sino será difícil cogerlos.
Una vez
cogido las llamas empiezan a hablar o sea convertirse en humanos pero pagan
grandes suma de dinero para que no los delaten.
Esta escena
es representada en la cerámica en una vasija de varias cabezas de llama.
Gedión Fernández Nolasco
Jarjacha |
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